El Corredor de Seguros, ese gran desconocido
Mao Tsetung dijo una vez que la complacencia es enemiga del estudio y que nuestra actitud, hacia nosotros, debe de consistir en aprender y, hacia los demás, en enseñar.
Sólo los que sienten de manera más profunda y cercana nuestro trabajo son capaces de valorarlo. Por ello es importante para mi difundir el valor de lo que hago en mi trabajo.
Al corredor de seguros hay que verlo como “el socio imprescindible” que tiene que tener una PYME o un autónomo para que se encargue de los riesgos a los que está sometida su actividad.
Sin aventuras con bancos, poco o nada formados para desarrollar un programa de seguros acordes a tu realidad y que en los momentos de más dificultad te abandonan dejándote en la más absoluta soledad, teniendo que encargarte tu sacarte las castañas del fuego.
Los pequeños empresarios y autónomos deben de tener muy en cuenta que para poder centrarse en su negocio y cuidar a sus clientes, necesitan estar bien asegurados y para eso, ¿qué mejor que hacerlo que con un mediador de seguros cercano que analice tu actividad y te de la asistencia que te mereces?
Doy por hecho que el consumidor es inteligente y, por ende, estoy convencido de que la gran mayoría optaríais por nuestro canal, el del Corredor de Seguros, por la diferencia con el resto de canales si conocierais nuestro papel.
No somos magos, pero desde el conocimiento y la formación que se nos presupone somos los responsables de, en la medida de lo posible, garantizar la seguridad personal, familiar y empresarial de nuestros clientes. Protegemos tu patrimonio, tu vida y tu salud, dando respuesta a tus necesidades reales.
Para ello regalamos nuestro conocimiento de manera imparcial e independiente ofreciendo a todo aquel que lo desea cercanía y un trato personalizado.
- Pensamos como clientes, tratando tus problemas como nuestros.
- El servicio es nuestro elemento diferenciador, “el valor añadido”.
- El seguro es mucho más que una prima que se paga una vez al año.
El cliente no tiene en muchas ocasiones la capacidad de diferenciar y valorar coberturas, exclusiones, compañías ni productos de manera objetiva por su desconocimiento en el sector.
Dirigiros a un mediador de seguros que os de confianza, para consultarle todas las inquietudes en relación a la contratación de cualquier producto asegurador. Él os resolverá todos los trámites a la hora de cualquier necesidad y principalmente a la hora de un siniestro.
Los otros canales de distribución son:
- El agente de seguros, una figura vinculada 100% a la compañía de seguros y que no actúa de manera independiente. Suele tener una sesgada formación con limitación de producto.
- Banca seguros, habitualmente atendidos por personal poco o nada formados que no dan el servicio que uno se merece, principalmente en los siniestros. Productos habitualmente caros y muy limitados.
- Venta directa a través de teléfono, internet, este canal capta clientes que solo busca precio sin saber a ciencia cierta qué contrata.
“Todo necio confunde valor con precio”, Antonio Machado.