Tragedia en Valencia: riesgos que son evitables
Otra vez un incendio de consecuencias trágicas. Otra vez, esa misma pregunta que resuena en nuestras cabezas: ¿Era evitable?
Bajo mi modesta opinión, SÍ.
¿Qué soluciones existían? En primer lugar, no escatimar en el coste de los materiales utilizados y excederse de la normativa (a no ser que no valores la vida).
Las fachadas ventiladas se componen de 3 partes, fundamentalmente, que se instalan en el muro/soporte exterior de las edificaciones. Que no es otra cosa que la fachada original del edificio y en donde va a ir instalado el sistema de anclaje.
1º Cámara de aire y el aislante que va colocado en el soporte previamente instalado en el muro exterior.
2º Sistema de anclaje que tendrá que soportar el peso del propio revestimiento y también el trasmitido por la acción del viento.
3º Revestimiento exterior.
Hasta aquí, todo correcto.
La problemática empieza cuando vemos que la normativa es insuficiente y, dependiendo del tipo de edificio, la normativa varia. Por ejemplo:
La fachada de un edificio de planta baja más cinco (menos de 18 metros) está sujeta a una normativa en lo referente al aislante, pudiendo instalarse materiales combustibles al no estar sujeta a ninguna exigencia de reacción al fuego, limitándose la normativa a exigir que cada 3 plantas se instalen unas barreras intumescentes horizontales para interrumpir la cámara de aire que suele hacer de efecto chimenea y facilitar la transmisión del fuego.
Sin embargo, para las edificaciones de mas de 28 metros la norma es más restrictiva, pero se podría mejorar introduciendo las barreras intumescentes en cada altura.
Como se está hablando de los diferentes materiales y su clasificación frente al fuego, os dejo un cuadro muy ilustrativo para que entendáis de lo que están hablando:
Y para que veáis lo que prevé la normativa dependiendo de la altura os dejo este otro:
La normativa para la instalación debiera de ser más restrictiva.
Lo más importante es que, independientemente de la altura del edificio, los materiales aislantes debieran de ser lo mismo, amén de que se debieran de instalar barreras intumescentes en todas las alturas y que los aislantes utilizados sean en todos los casos de lana de roca o mineral que tiene clasificación A1 o A2
Para proteger un edificio de un posible incendio hay dos sistemas: los pasivos, que ya hemos mencionado, y los activos, que son las medidas de seguridad que se pueden implementar como la colocación de aspersores contra los incendios, sensores de detección de humo, sistemas de extracción de humo y alarmas.
Muy probablemente, en este caso, habrá problemas por insuficiencia de capital asegurado, ya que las pólizas de Comunidad no prevén siniestros de estas magnitudes limitándose a valorar el precio de reconstrucción.
La compañía pagará el capital asegurado pero, en este caso, se me antoja que con esa cantidad no llegará para cubrir todos los costes adicionales como la demolición, el desescombro y la inhabitabilidad.
Espero que os haya resultado ilustrativo y que os lleve a la reflexión de no escatimar en costes, ni para el seguro, ni para las famosas fachadas ventiladas.
Por nuestra parte seguiremos diseñando vuestra tranquilidad.
Félix Suescun es Director de Correduría FSR.