Los infartos también matan a las mujeres
Más de 64.000 mujeres murieron el año pasado por infartos cerebrales y de corazón, frente a 55.000 hombres que murieron por las mismas causas.
¡Has leído bien!
La razón fundamental es que las mujeres no están concienciadas en estas enfermedades por creer que los infartos “son cosas de hombres”
Al igual que las mujeres le están ganando la batalla al Cáncer de mama por estar concienciadas en prevenirlo a través de revisiones anuales e intentar llevar una vida más saludable; los hombres, le están ganando la batalla a los infartos cediendo su puesto a las mujeres por la misma razón.
No solamente están cambiando sus hábitos de vida en favor de una más saludable; también están muy concienciados en que al menor síntoma tienen que pedir ayuda para prevenir un posible infarto. Cada minuto de demora en atender un infarto reduce un 10% las posibilidades de recuperación de un corazón infartado.
Si te preguntas ¿Por qué mueren ya más mujeres que hombres? La respuesta es sencilla: las chicas tardan más en pedir ayuda por no conocer sus síntomas.
En el caso de los infartos de corazón: dolor agudo en el pecho o en la zona del estómago, que puede irradiarse al brazo izquierdo, ambos brazos, cuello, mandíbula y/o espalda; sudoración, náuseas y dificultad respiratoria
En el caso de los Ictus o infartos cerebrales los síntomas son:
- Adormecimiento o debilidadrepentina en la cara, el brazo o una pierna, especialmente en uno de los lados del cuerpo.
- Confusión repentina, dificultad para hablar o para entender.
- Repentina dificultad para andar, mareo, pérdida de equilibrio o coordinación.
- Problemas repentinos para ver en uno o los dos ojos.
- Dolor de Cabeza repentino sin que se conozca la causa
Otro factor que influye de manera determinante es que las mujeres al cambiar su estilo de vida y asemejarse a la de los hombres han ido adquiriendo costumbres menos saludables.
Hoy, el número de mujeres que fuman supera al de los hombres. La incorporación al mundo laboral conlleva habitualmente a una mala alimentación, al consumo de alcohol, a la falta de ejercicio y a un alto nivel de auto exigencia para “llegar a todo” que le eleva los niveles de estrés a niveles insospechados.
¿La solución? Relativamente sencilla.
- Una buena alimentación cardiosaludable con una dieta variada de verduras, legumbres, frutas, cereales “integrales”, pescados y frutos secos. Reducir el consumo de sal y evitar los lácteos, carnes magras y huevos.
- Mantener el estrés a raya reduciendo su nivel de auto exigencia.
- Hacer deporte de manera habitual y moderada.
- Realizar chequeos regulares al menos una vez al año a partir de los 45 años.
No es para tomárselo a broma, si además has tenido antecedentes familiares o si durante el embarazo sufriste diabetes gestacional, hipertensión, tuviste algún parto prematuro o has sufrido abortos recurrentes, el chequeo es necesario.
Si quieres; te podemos ayudar en la prevención diseñando tu tranquilidad