No estropees los sueños

«¡No tengo intenciones de morirme por ahora!»

Esta es la principal razón por la que la gente no contrata un seguro de vida. 

Os voy a dar mi punto de vista. 

El seguro de vida es un acto de generosidad, bondad y responsabilidad.

En el caso de que fallezcas, dará sustento para poder mantener, esa falta de ingresos que aportas a tu familia. Para poder seguir pagando la hipoteca, para que tus hijos puedan seguir soñando y no se vean como una carga para el que se queda solo y desamparado.

Simplemente por esto, los titulares de una póliza de vida, en ‘condiciones’, se merecen todo mi respeto.

“Las penas con pan son menos penas”

¿Y qué pasa si te quedas invalido? ¿No te lo has preguntado nunca? ¿Quién te cuidará? ¿Quién te dará de comer? ¿Quién te aseará? ¿Quién te empujará la silla? ¿Quién va a pagar todos los gastos adicionales que envuelve a una persona impedida?

Pues ya te lo digo yo: alguien que te quiere. En un acto de generosidad y de bondad. Tu pareja, tus padres, hermanos o hijos, que asumirán su papel que desgraciadamente les ha tocado vivir y en el cual tu serás el protagonista principal.

¿No crees que puede merecer la pena tener un buen seguro de vida?  Pregunta que tiene una única respuesta,

SÍ

Son seguros más baratos de lo que la gente se piensa. Cuesta menos que el seguro de un coche a todo riesgo. Por desgracia la mayoría de la gente lo tiene con el banco porque le han dicho que es obligatorio para la concesión de su hipoteca; y eso en mentira.

La banca comercializa este producto porque se aprovecha de su situación de poder frente a sus clientes ofreciéndoles un seguro caro (el doble del precio de mercado) y con peores condiciones de aseguramiento. ¿Las conoces?

Nosotros, si quieres, diseñaremos tu tranquilidad y la de tu familia desde la realidad.